El cambio climático es uno de los desafíos más importantes y apremiantes a los que nos enfrentamos, a nivel global, en el siglo XXI. Sus efectos, como el aumento de las temperaturas, la subida paulatina del nivel del mar y la intensificación de fenómenos meteorológicos extremos, van más allá de la amenaza sobre el papel: ya se están dejando sentir. Entonces, ¿hay soluciones al cambio climático?
En este artículo, hablaremos de la necesidad de implementar acciones, a nivel individual y colectivo, que permitan mitigar el impacto del calentamiento global e impulsar el desarrollo sostenible de cara al futuro.
Las soluciones al cambio climático pasan por reducir la dependencia de combustibles fósiles
La dependencia de combustibles fósiles es responsable de la mayor parte del calentamiento global que sufre nuestro planeta, debido a las emisiones de gases de efecto invernadero y vertidos de residuos tóxicos que se generan durante el proceso de obtención.
Las energías renovables, pilar fundamental en las soluciones para el calentamiento global
La adopción masiva de energías renovables, como la solar, eólica e hidráulica, será una pieza clave dentro de las soluciones al cambio climático. La Agencia Internacional de Energía (IRENA) estima que una transición completa a energías renovables podría reducir hasta en un 70% las emisiones globales de CO2 para el año 2050.
Si bien este escenario es tremendamente optimista, ya que es difícil lograr una transición energética completa en los próximos 25 años, lo cierto es que pinta un panorama optimista, que demuestra que las soluciones para el cambio climático efectivamente existen y es posible implementarlas.
Energía solar: clave en las soluciones al cambio climático
La energía solar, a diferencia de la procedente de combustibles fósiles, es renovable y limpia. Esto significa que no solo no produce ningún tipo de emisiones contaminantes, sino que también es, por definición, inagotable. Esto la convierte en una opción mucho más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Instalar paneles solares en hogares y empresas les proporciona autonomía energética: podrán producir su propia energía de forma descentralizada, sin depender de las compañías energéticas. Por lo tanto, cualquier persona que utilice la energía solar se desprende de la incertidumbre por los precios de la energía, siempre variables, y deja de ser vulnerable ante interrupciones del suministro.
En hogares
La adopción de la energía solar en los hogares ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años. Diversos factores han ayudado a esta implementación, como la democratización en el precio de los sistemas fotovoltaicos y el marco de ayudas y subvenciones al autoconsumo que se han ofrecido a nivel estatal y regional.
Una instalación fotovoltaica doméstica es capaz de evitar la emisión de más de 3 toneladas de CO2 al año. Esto es el equivalente de plantar 150 árboles. Si este es el impacto de un único hogar sustituyendo los combustibles fósiles por energía solar, imaginemos ahora cuánto pueden llegar a ahorrar miles y miles de ellos.
Por otro lado, una instalación de placas solares para lograr agua caliente en una casa es capaz también de reducir sus emisiones en más de un 20%.
En empresas
Las empresas también pueden beneficiarse en gran medida de la energía solar. El autoconsumo industrial es una modalidad que permite la total independencia de la red para una empresa o parque industrial. Esto, además de los beneficios económicos, permite a las empresas reducir considerablemente su huella de carbono, reduciendo sus emisiones de CO2 en cientos de toneladas anuales.
En definitiva, la capacidad de la energía solar para ayudar a hogares y empresas a reducir su impacto ambiental y emisiones de CO2 la convierten en una de las mejores soluciones para el cambio climático existentes en la actualidad.
¿Hay más soluciones para el cambio climático?
Más allá de la adopción de fuentes de energía renovables para sustituir a los combustibles fósiles, existen otras soluciones para el calentamiento global que deben ser consideradas. Exploramos aquí algunas de las que tienen un mayor impacto ambiental.
Fomento de la eficiencia energética
La eficiencia energética implica, además de los beneficios económicos, una reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero. Implementar estas prácticas en casa es tan sencillo como escoger electrodomésticos eficientes, capaces de consumir una menor cantidad de energía en el desarrollo de sus tareas. Asimismo, implementar gestos como apagar los dispositivos que no estamos utilizando, instalar luces LED en lugar de las bombillas tradicionales o reducir ligeramente la temperatura del calentador de agua nos ayudará a ser más eficientes energéticamente.
Implementación de prácticas agrícolas sostenibles
La agricultura es responsable de una parte significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero. Es, por tanto, lógico, que una de las soluciones al cambio climático pase por hacer esta actividad más sostenible para mitigar su impacto ambiental. Algunas de estas prácticas son:
- Agrovoltaica. Se basa en la combinación entre agricultura y paneles solares, que busca proteger los cultivos en climas áridos (evitando su deshidratación y favoreciendo su crecimiento) al mismo tiempo que se aprovecha la superficie para generar energía solar.
- Gestión sostenible del agua. Esta práctica consiste en implementar sistemas de riego eficientes y técnicas de aprovechamiento y conservación del agua, para reducir el consumo hídrico.
Conservación de los ecosistemas naturales
Los ecosistemas naturales tienen un papel crucial en la regulación del clima y la absorción de carbono. Es por ello que las soluciones para el cambio climático pasan por conservarlos.
- Reforestación. Plantar árboles en áreas deforestadas (ya sea por incendios o por la tala indiscriminada) ayuda a la absorción de CO2 de la atmósfera.
- Protección de humedales. Estos ecosistemas no sólo almacenan grandes cantidades de dióxido de carbono, sino que ayudan en la protección contra fenómenos climáticos extremos.
- Conservación de la biodiversidad. Mantener la biodiversidad asegura la resistencia de los ecosistemas frente a los cambios ambientales.
En conclusión, existen múltiples soluciones para el calentamiento global que pueden ser implementadas, tanto a nivel colectivo como individual, y que nos demuestran que hay esperanza y sus efectos todavía pueden ser mitigados. Se trata, sin embargo, de una necesidad acuciante sobre la que debemos actuar lo antes posible desde varios frentes. A nivel individual, podemos comenzar con el cambio desde casa, instalando kits fotovoltaicos y comprando electrodomésticos eficientes para reducir significativamente nuestras emisiones.