Gracias a la presencia cada vez mayor de las energías renovables, como la fotovoltaica, el panorama empresarial comienza a cambiar su consumo energético. El autoconsumo industrial se perfila, así, como una alternativa más eficiente, sostenible y económicamente ventajosa al uso de fuentes de energía fósiles en la industria.
Esta forma de generación y consumo energético ofrece múltiples beneficios para las industrias, tanto a nivel económico como ambiental, y que explicaremos en mayor detalle a lo largo de este artículo.
¿Qué es el autoconsumo industrial?
El autoconsumo industrial hace referencia a la capacidad de una empresa de generar su propia energía eléctrica mediante instalaciones propias, y nutrirse directamente de ella. Es decir, la empresa se convierte en su propio productor y consumidor de energía. Esto le permite tener un control total sobre su suministro energético.
Componentes básicos de un sistema de autoconsumo para industrias
- Paneles solares. Instalados dentro del propio complejo industrial, son los responsables de transformar la luz del sol en energía lista para ser utilizada.
- Sistema de conexión. Conecta los paneles solares con los equipos y máquinas de la empresa.
- Baterías de almacenamiento. Las baterías, colocadas también in situ, permiten almacenar el excedente de esta energía autogenerada para su uso en un momento posterior.
- Sistema de gestión y monitoreo. Diversas tecnologías de monitoreo y control, instaladas dentro de las propias baterías (BMS), permiten optimizar la generación, distribución y consumo de la energía en tiempo real. De esta forma, el sistema al completo opera al máximo de su eficiencia.
Tipos de autoconsumo industrial
Existen dos principales modalidades de autoconsumo industrial que las empresas pueden adoptar:
Autoconsumo sin excedentes
Esta modalidad implica que toda la energía generada se consume íntegramente por la propia empresa o conjunto industrial. Se trata de sistemas diseñados específicamente para que no se vierta energía a la red eléctrica, sino que se maximice el consumo propio.
Autoconsumo con vertido de excedentes a la red
Permite a la empresa vender a la red eléctrica todo el excedente de electricidad que no se emplee para consumo propio. A cambio, la modalidad de autoconsumo con vertido de excedentes permite obtener ingresos por la cantidad de energía que se vierta a la red.
Esta opción ofrece la posibilidad de que la empresa obtenga ganancias adicionales, si bien el precio que se cobra por cada kWh vendido será siempre inferior al de su precio en el mercado de la electricidad. Asimismo, conlleva dificultades a nivel administrativo, ya que obliga a la empresa a registrarse como productor de electricidad y a contratar con una empresa comercializadora que actúa como agente para vender este excedente.
¿Cómo implementar el autoconsumo industrial?
Implementar la modalidad de autoconsumo industrial en nuestra empresa es un proceso complejo, para el que debemos realizar una planificación estratégica que nos permita asegurar los mejores resultados. A continuación, detallamos los pasos que una empresa debe transitar si desea pasar de la idea inicial hasta la consecución de este modelo de autoconsumo de energía.
Auditoría energética
La auditoría energética es el punto de partida de cualquier proyecto de autoconsumo industrial, ya que revisa en detalle el perfil energético de la empresa.
¿Qué es lo que analiza una auditoría energética?:
- Análisis de consumo de los últimos 3 años: se analizan patrones de consumo, picos de demanda…
- Estudio de la infraestructura energética: se evalúa en detalle el gasto de equipos, iluminación, etc., para implementar mejoras en su eficiencia.
- Potencial de energías renovables: se estudian las condiciones de la empresa o parque industrial para determinar si es viable instalar sistemas fotovoltaicos en ella (nivel de irradiación solar, sombras potenciales, orientación de las cubiertas…).
Diseño de la instalación
Tras el estudio anterior, se materializa el diseño del sistema fotovoltaico, atendiendo a factores como:
- Su dimensionamiento.
- Elección del modelo y tipo de sus componentes.
- Uso de herramientas de simulación (como el PVGIS) que nos permitan definir la producción energética esperada.
Tramitación legal
En esta etapa, se gestionan todos los permisos y documentos legales que se requieren para implementar el proyecto de autoconsumo industrial.
- Permisos administrativos: licencia de obras, permisos municipales, autorizaciones de vertido a la red (si procede)…
- Trámites con la compañía eléctrica: solicitud de punto de conexión y gestión de modificaciones en la acometida eléctrica.
- Documentación técnica necesaria: proyecto técnico, memoria descriptiva, certificados de instalación…
Instalación
Es en este momento cuando la infraestructura del proyecto comienza a tomar forma. Los equipos se montan y se prepara su puesta en marcha mediante pruebas exhaustivas de funcionamiento, rendimiento y seguridad.
Monitoreo y optimización del sistema
Esta fase no finaliza con la instalación del sistema de autoconsumo industrial, sino que debe mantenerse de forma continua para optimizar su rendimiento y eficiencia. El uso de tecnologías de monitorización en tiempo real (como el antes mencionado BMS o sistema de gestión de baterías) permite implementar una filosofía de mejora continua, dirigida a actualizar las tecnologías y adaptar el sistema a cambios en el consumo.
¿Cuáles son sus ventajas?
El autoconsumo industrial incorpora múltiples ventajas sobre el uso tradicional de energía eléctrica, que no sólo se limitan a lo económico, sino que engloban varios aspectos:
Beneficios económicos
El primer aspecto es, evidentemente, el económico. Podemos hablar de una reducción de sus facturas eléctricas y de estabilidad presupuestaria, ya que el autoconsumo permite a las empresas predecir y estabilizar sus costes energéticos a largo plazo.
Asimismo, las empresas que opten por la modalidad con compensación de excedentes podrán, incluso, aumentar sus ingresos.
Beneficios ambientales
Los beneficios ambientales son también considerables: la reducción de emisiones de carbono a la atmósfera disminuye la huella de carbono de la empresa, e impulsa la transición hacia modelos energéticos más sostenibles.
Beneficios estratégicos
Por último, un aspecto que no se trata demasiado al hablar de la adopción de una energía renovable son los beneficios para la empresa a nivel estratégico. Y es que el autoconsumo industrial hace a la empresa resiliente ante las fluctuaciones en el precio de la energía. Asimismo, se da una mejora de la imagen corporativa, porque optar por el autoconsumo energético demuestra el compromiso de esta con la sostenibilidad y la innovación tecnológica y energética.