El deseo por lograr la eficiencia energética en nuestros hogares nos ha llevado a elegir de forma consciente nuestros electrodomésticos de forma que sean lo más sostenibles posible. En este contexto, no basta únicamente con escoger electrodomésticos eficientes, sino que debemos dar un paso más allá y optar por fuentes de energía renovables. De esta forma, podremos alimentar nuestros electrodomésticos de forma limpia y ahorrar una gran cantidad de energía al mismo tiempo que ahorramos dinero.
En este sentido, el ventilador solar se perfila como la mejor opción para hacer frente al calor que llegará en los próximos meses. En este artículo, le explicamos cómo funciona y todo lo que necesita saber para que pueda adelantarse al calor y estar preparado cuando llegue.
¿Qué es exactamente un ventilador solar?
El fundamento de un ventilador solar es que utiliza la energía solar para funcionar. Está conectado a unos paneles solares, que al generar energía alimentan su motor, permitiendo que opere de forma autónoma e independiente de la red eléctrica.
¿Qué elementos lo componen?
Un ventilador solar es un sistema integrado compuesto por varios elementos:
- Paneles solares, que se encargan de captar la luz del sol y transformarla en energía eléctrica.
- Batería, que se encarga de almacenar la energía para que pueda ser utilizada cuando no brilla el sol, ya sea durante la noche o en días nublados. Gracias a ella nos aseguraremos de tener un suministro ininterrumpido.
- Ventilador, que se enchufa directamente a los paneles solares durante el día para funcionar y a la batería durante la noche para seguir recibiendo energía.
Tipos de ventilador con placas solares
Existen diferentes tipos de ventiladores solares, cuya potencia y consumo de energía varían. Los vemos en mayor detalle a continuación:
De techo
Un ventilador solar de techo suele utilizarse para mejorar la circulación del aire en habitaciones amplias, como salones o áticos. En su instalación debemos contar con colocar placas solares en alguna zona adyacente, como el techo o un balcón.
Su potencia puede abarcar un rango muy amplio, entre los 100 y los 400W, dependiendo de su tamaño, la cantidad de aspas que tenga y la velocidad a la que lo programemos.
Son la opción perfecta para habitaciones en las que deseemos mantener una temperatura agradable y constante a lo largo del día.
De sobremesa
Este tipo de ventiladores están diseñados para refrescar áreas pequeñas o espacios personales, como un escritorio. Es por ello que su principal característica es lo compactos que son.
Su potencia es también la más baja, entre 20 y 60W, que resulta suficiente para crear una agradable brisa sin consumir demasiada energía.
Su pequeño tamaño y portabilidad los hacen ideales para colocar en despachos, oficinas o cualquier área reducida, y es especialmente recomendable acompañarlos de kits solares portátiles.
De pie
Este modelo de ventilador solar combina la movilidad del de sobremesa con la capacidad de mover grandes cantidades de aire del de techo. Se utiliza en zonas específicas del hogar, como dormitorios, zona de estar…
Pueden llegar a alcanzar potencias similares a los ventiladores de techo, pero, en este caso, su consumo de energía es menor ya que les damos un uso más esporádico e intermitente.
Gracias a su diseño y función, pueden beneficiarse tanto de paneles solares colocados en balcones o terrazas como de kits portátiles.
Comparamos un ventilador solar con uno tradicional
Vamos a realizar a continuación una comparativa entre las características de ambos, de forma que le resulte más fácil averiguar cuál es la mejor opción para sus necesidades.
Consumo
El consumo de energía de los ventiladores tradicionales conectados a la red depende, fundamentalmente, de su tamaño y del modelo. Por ejemplo, un ventilador de techo de gama media puede consumir por encima de 150W en el modo de máxima velocidad, mientras que los modelos de gama alta o industriales superan fácilmente los 200W. Si funcionan durante una media de 8 horas al día, estaríamos rondando los 1,2-1,6 kWh de consumo por día.
En contraste, un ventilador con placas solares, que emplea motores de corriente continua bien optimizados y altamente eficientes, puede tener consumos tan bajos como 20-40W. Con un uso de 8 horas al día, los modelos de mayor consumo sólo gastarían 320 Wh al día.
Eficiencia y rendimiento
Los ventiladores solares, que emplean motores de corriente continua, y en muchos casos prescinden de las escobillas, funcionan de forma más eficiente y con un menor consumo de energía.
Por otro lado, los modelos que incorporan baterías y controladores de carga son capaces de regular la potencia de salida para optimizar su rendimiento, incluso durante la noche o en días en los que la radiación solar es baja.
Impacto ambiental
Además del ahorro económico directo al reducirse la factura de la luz, un ventilador con placas solares tiene también beneficios para el medioambiente, ya que, al no depender de la red eléctrica, se reducen sus emisiones de residuos contaminantes.
Amortización
Si bien el mayor inconveniente de un ventilador solar es la inversión inicial que tenemos que realizar, esta se amortiza a los pocos años, especialmente en zonas con una alta radiación solar, como es el caso de España. Se ha demostrado que, en estas zonas, el ahorro de energía puede superar el 50% respecto de los ventiladores tradicionales.
¿Cómo maximizar el rendimiento de su ventilador con placas solares?
La eficiencia de este sistema dependerá en gran medida de la ubicación de los paneles solares. Si queremos maximizar su producción de energía, debemos asegurarnos de que estén orientados hacia el sur e inclinados en un ángulo correcto (puede utilizar calculadoras de inclinación para conocer el ángulo exacto en el que colocarlo).
Asimismo, es crucial evitar la incidencia de sombras sobre el panel. Para ello, es recomendable colocarlo en un área despejada, o hacer uso de sistemas de seguimiento que se ajustan al movimiento del sol, como los seguidores solares. Esta herramienta se encarga de orientar el panel siguiendo el sol, lo que le asegurará que este opere siempre en su punto de máxima potencia produciendo la mayor cantidad de energía posible a cualquier hora.