Con el auge de la energía solar para autoconsumo, han aparecido retos que es necesario afrontar. Uno de los más frecuentes es qué hacer con los excedentes de las placas solares. Y es que es bastante habitual que, en momentos de alta producción y baja demanda, se genere un excedente de energía con el que no sabemos muy bien qué hacer. Sin embargo, si lo gestionamos adecuadamente, se convierte en una oportunidad de maximizar el valor de nuestro sistema fotovoltaico.
En este artículo, le explicamos las diversas opciones en las que puede aprovechar sus excedentes de autoconsumo, de forma que sigan reportándole beneficios.
¿Qué son los excedentes de placas solares?
Los excedentes de autoconsumo son energía generada por nuestras placas solares que no se utiliza de inmediato, por lo que corremos el riesgo de perderla. Esto sucede en momentos de mucha producción energética y baja demanda. Por ejemplo, esto sucede en las horas de más sol a lo largo de la mañana, durante las cuales no nos encontramos en casa (generalmente estamos en el trabajo) y, por consiguiente, no las podemos aprovechar.
Ahora bien, saber cómo gestionar estos excedentes de placas solares hará que los ahorros que este sistema nos proporciona se multipliquen.
¿Qué hacer con los excedentes de autoconsumo?
Hay dos formas principales de aprovechar los excedentes de nuestras placas solares: o bien los almacenamos, o los vertemos a la red eléctrica y recibimos una compensación económica por ello. Ambas opciones presentan beneficios, y las desarrollamos en mayor detalle a continuación.
Almacenamiento en baterías
La opción de almacenar nuestro excedente de energía en baterías es la más sencilla, y nos permite seguir disponiendo de ella. Las baterías, generalmente de litio y altamente eficientes, pueden almacenar esta energía durante horas o días.
Así, la principal ventaja de esta opción es que la energía que permanece almacenada puede utilizarse en cualquier momento futuro. Esto significa que podemos utilizar nuestro excedente de autoconsumo durante las horas en que nuestros paneles ya no generan energía, alimentando nuestro hogar también durante la noche o en días nublados.
El almacenamiento en baterías hace que no perdamos ni un valioso vatio de la energía que produce nuestra instalación fotovoltaica. Aquella que no se utiliza de forma inmediata, queda guardada en la batería y podrá ser utilizada en cualquier momento.
Nos proporciona, además, un suministro de energía para emergencias, que actuará como respaldo en caso de cortes de luz hasta que se restaure el suministro. De esta manera, ganamos en resiliencia energética, así como en seguridad.
Acogerse a un sistema de compensación de excedentes
Esta segunda opción consiste en inyectar (o enviar) el excedente de placas solares a la red eléctrica, y nos beneficia tanto a nosotros, a nivel económico, como a la red eléctrica, que recibe un aporte de energía renovable. A cambio de este aporte de energía, obtenemos un beneficio económico.
Existen dos tipos de compensación de excedentes:
Compensación simplificada
Este modelo es el más común en los hogares, y busca integrar el autoconsumo en la red eléctrica. La recoge el Decreto 244/2019, que establece dos condiciones para que pueda darse:
- La necesidad de incorporar un contador bidireccional que registre tanto la energía consumida en el hogar como el excedente que se inyecta a la red.
- Un límite de potencia del sistema de 100kW.
Este sistema funciona siguiendo la regla del balance neto horario, que calcula el balance entre los excedentes de autoconsumo vertidos en la red y la energía consumida de la red cada hora. Cada kW de excedente que se vierta en la red resta un kW de energía consumida de la red en nuestro hogar en esa misma hora.
Ahora bien, debemos tener claro que, si vertemos a la red más energía de la que consumimos, no vamos a obtener una compensación económica por ella, ni esta cantidad se acumulará para meses futuros: la ley establece que este mecanismo únicamente compensa la energía que se toma de la red.
La ventaja de este sistema es que nos ayudará a reducir muy considerablemente el importe de nuestra factura de la luz, pudiendo llegar a un coste 0 si inyectamos suficientes excedentes de placas solares a la red. En contrapartida, no obtendremos un rendimiento económico por este excedente de energía que generamos. Además, la subida de los precios de la luz a lo largo de 2024 ha hecho que, en algunos meses, el precio que obtendríamos por cada kWh inyectado (entre 0,05 y 0,15€) no supere el del kWh consumido (que ha llegado a estar por encima de los 0,2€).
Venta directa de excedentes
La segunda opción que se presenta para afrontar los excedentes del autoconsumo es su venta directa al mercado eléctrico. Este modelo está dirigido, generalmente, a los grandes productores de energía solar, como empresas o industrias.
Para optar a este modelo de compensación, existen algunos requisitos:
- Darse de alta como productor en el registro administrativo de instalaciones de producción de energía eléctrica.
- Contar con contadores bidireccionales para medir la energía producida y la que vamos a vender.
- Realizar un contrato con una empresa comercializadora para que esta actúa en nuestra representación en el mercado mayorista.
El funcionamiento de este sistema de compensación de los excedentes de placas solares es sencillo: estos se venden en el mercado mayorista al precio que este marca cada día, y que dependerá de la oferta y la demanda. Así, se recibe un pago directo por los kWh vendidos, descontando los costes de representación que fije la empresa comercializadora.
Podemos apuntar que, si bien los precios de venta de la energía los fija el mercado mayorista de forma diaria, es posible obtener una mejora de condiciones o beneficios adicionales mediante acuerdos con nuestra empresa comercializadora.
La mayor ventaja de este modelo de compensación es la posibilidad de obtener ingresos directos, sin límites de compensación. Ahora bien, entraña cierta complejidad administrativa y hay que lidiar con la incertidumbre de que los precios del kWh varíen cada día.