Debido a que se trata de uno de los electrodomésticos de mayor consumo doméstico, la clasificación energética de un frigorífico es un factor clave a la hora de reducir el consumo de energía de nuestro hogar (aunque la mejor opción siempre serán los paneles solares para reducir su dependencia de la red). Está, además, tiene una gran importancia en su impacto ambiental, es decir, en su capacidad de generar emisiones de gases de efecto invernadero.
Es por ello que resulta tan importante conocer la clase energética de los frigoríficos. En este artículo, ahondaremos en su consumo de energía, las diferentes categorías energéticas que existen y qué significa cada una de ellas. Cuando termine de leer, sabrá cómo escoger el modelo de frigorífico perfecto para sus necesidades.
¿Qué factores determinan la clasificación energética de un frigorífico?
A la hora de determinar la clasificación energética de un frigorífico, es necesario conocer el consumo medio de referencia. Este lo determinan varios factores:
- La capacidad neta del frigorífico (incluyendo el congelador). Como regla general, a mayor capacidad de almacenamiento, mayor será el consumo de energía. A la hora de calcular el consumo medio de referencia, se diferencia la zona del frigorífico de la del congelador.
- El tipo de frigorífico. Existen diferentes modelos: de una sola puerta, de dos puertas, combinado… cada uno de ellos con diferentes niveles de consumo.
- La temperatura ambiente de prueba. Las condiciones de prueba están controladas para simular el uso doméstico estándar.
- La tecnología que emplea. Muchos frigoríficos utilizan tecnologías dirigidas a optimizar su consumo de energía, tales como motores inverter, sistemas de aislamiento de última generación y sensores de temperatura.
- La frecuencia de apertura de puertas. Aunque este valor es difícil de estandarizar, las pruebas tienen en consideración las pérdidas de frío a causa de la apertura frecuente de las puertas.
- El modo de funcionamiento. Algunos frigoríficos disponen de sistemas para reducir el gasto energético, como el modo eco.
A partir de estos factores, se establece un valor medio de referencia de consumo en kWh/ año, lo que permite determinar la clase energética de los frigoríficos y categorizarlos dentro de ella. Para frigoríficos de uso doméstico, este se encuentra entre 250 y 300 Kwh al año.
Frigoríficos con eficiencia energética A+++, ¿siguen existiendo?
Si pensamos en frigoríficos con eficiencia energética A+++, nos estamos refiriendo a la clasificación antigua, que contemplaba las categorías A+, A++ y A+++. Esta desapareció en 2021, ya que generaba una confusión innecesaria entre consumidores, que no podían distinguir las diferencias entre estas 3. En 2021, se implementó una nueva escala de clasificación energética para electrodomésticos, que simplificaba la anterior y permitía diferenciar mejor los más eficientes.
Así pues, no encontraremos en la actualidad frigoríficos con eficiencia energética A+++, porque se trata de una escala que ya no se utiliza. Explicamos a continuación cuáles son las equivalencias entre categorías.
Equivalencias entre las antiguas y las nuevas categorías
- A+++ ahora equivale a las categorías B o C.
- A++ equivale a las categorías C o D.
- A+ ahora equivale a D o E.
¿Y qué hay de la letra A dentro de la clasificación energética de los frigoríficos?
Se habrá fijado en que las equivalencias anteriores no contemplan la letra A. ¿A qué se debe esto? Pues a que actualmente, la nueva escala en la clase energética de los frigoríficos reserva la letra A a aquellos extremadamente eficientes, y pocos la alcanzan.
No se trata de una medida para desanimar a los fabricantes, sino más bien al contrario: al hacer la clase A más difícil de acceder, se busca incentivarlos a crear frigoríficos más eficientes. Al mismo tiempo, esto deja espacio a las futuras innovaciones tecnológicas que optimizarán al máximo el consumo de energía.
Un vistazo en detalle a la clasificación energética de un frigorífico
La clasificación energética actual categoriza los electrodomésticos de la letra A (para los más eficientes) hasta la G (para los menos). La letra que determina la clase energética de los frigoríficos es el resultado de su porcentaje de consumo en relación al consumo medio de referencia (que, recordemos, se encuentra entre 250 y 300 Kwh al año).
Vamos a ir categoría por categoría:
Categoría A (verde oscuro)
El consumo de estos frigoríficos llega hasta el 30% del consumo medio de referencia, lo que serían unos 100 kWh al año.
Se trata de neveras que usan tecnologías avanzadas de optimización de la energía, tiene implementados motores inverter de bajo consumo y su aislamiento térmico es altamente eficiente. Como ya hemos indicado anteriormente, son pocos los electrodomésticos ultraeficientes que consiguen ubicarse en esta categoría.
Categoría B (verde)
En esta categoría, los frigoríficos consumen entre el 30 y el 42% del valor de referencia, lo que serían unos 120-140 kWh al año.
Estos frigoríficos altamente eficientes cuentan con sistemas que optimizan su capacidad de enfriamiento y que reducen la pérdida de frío por la apertura frecuente de sus puertas.
Categoría C (verde claro)
Un frigorífico de clase C consume entre un 42 y un 55% del consumo medio de referencia, entre unos 150 y 180 kWh anuales.
Categoría D (amarillo)
Esta clase energética de frigoríficos consume entre el 55 y el 75% del consumo medio de referencia, lo que se traduciría en un gasto anual de entre 200 y 250 kWh.
Se trata de frigoríficos estándar, sin tecnologías avanzadas.
Categoría E (naranja)
En esta categoría, los frigoríficos consumen entre el 75 y el 90% del valor de referencia, unos 250-300 kWh al año.
Para encontrarse dentro de esta clasificación energética el frigorífico debe tener pérdidas de frío significativas o motores de mayor consumo.
Categoría F (naranja oscuro)
Los frigoríficos de categoría F consumen entre el 90 y el 110% del consumo medio de referencia, entre 300 y 350 kWh al año.
En esta categoría encontramos generalmente modelos antiguos y sin innovaciones en su eficiencia.
Categoría G (rojo)
El gasto energético en esta categoría supera el 110% del consumo medio de referencia, con más de 350 kWh de gasto de energía anual.
En la categoría G se encuentran, generalmente, frigoríficos ya obsoletos y con un gran impacto ambiental.
Si bien conocer la clasificación energética de un frigorífico es clave para escoger los modelos más eficientes y ahorrar así en energía, no olvide que cualquier panel solar es capaz de generar más energía de la que este consume. Por lo tanto, serán su mejor aliado si busca reducir el consumo energético de su hogar.