El lavavajillas es uno de los electrodomésticos presentes en nuestra cocina a los que más uso damos. Y es que la ayuda que nos proporciona es enorme, ya que nos libera de la carga de lavar los platos después de haber cocinado. Sin embargo, esta ayuda tiene un precio en forma de gasto de energía, y es que se trata de uno de los grandes consumidores energéticos del hogar.
Saber cuánto consume un lavavajillas es clave para adaptar nuestros hábitos de uso en consecuencia y lograr así ahorrar energía en casa. Si quiere saber cómo hacerlo, en este artículo le damos la respuesta.
¿Cuánto consume un lavavajillas?
Al igual que cualquier otro electrodoméstico, el consumo de energía del lavavajillas se mide en kilovatios/ hora (kWh). Podemos establecer que, como promedio, un lavavajillas consume entre 0,8 y 1,5 kWh por ciclo.
Cuando compramos un lavavajillas, su etiqueta de eficiencia energética nos indicará su consumo anual de energía aproximado, que se basa en 280 ciclos de lavado.
¿Cómo calcular cuánto consume un lavavajillas?
La siguiente fórmula nos ayudará a obtener un cálculo más preciso de su consumo energético:
Consumo por ciclo (kWh) = Potencia nominal (kW) × Duración del ciclo (horas)
Por ejemplo, un lavavajillas con una potencia nominal de 1,2 kW y un ciclo de lavado “eco” de 2,5 horas de duración consumirá 3 kWh por ciclo (1,2 × 2,5 = 3). Si se utiliza 5 veces por semana, el consumo del lavavajillas sería de 15 kWh semanales. El coste económico dependerá de nuestra tarifa eléctrica.
El consumo de agua y su relación con la energía
Además del gasto de electricidad, a la hora de valorar cuánto consume un lavavajillas debemos tener en cuenta el uso del agua. Los modelos más modernos y eficientes están diseñados para minimizar su consumo de agua en cada ciclo, lo que a su vez reduce la necesidad de energía para calentarla.
De media, un lavavajillas utiliza entre 6 y 15 litros de agua por ciclo de lavado, lo que, comparado con los 40-60 litros que se llegan a gastar lavando a mano, parece una nimiedad. Es por ello que es importante escoger un modelo eficiente, ya que no sólo nos permitirá ahorrar energía, sino también agua: un doble ahorro que se verá reflejado en nuestras facturas cada mes.
¿Qué factores influyen en cuánto consume un lavavajillas?
Hay 4 factores principales que pueden afectar al consumo de energía de un lavavajillas:
- Su eficiencia energética. Los modelos actuales de lavavajillas están diseñados para ser muy eficientes en su consumo de energía. Así, un lavavajillas con etiqueta A+++ puede llegar a consumir entre un 30% y un 50% menos de energía que uno con clasificación A.
- Su tamaño. El tamaño de cualquier electrodoméstico es un factor importante en su consumo: los modelos compactos suelen consumir menos energía que los de tamaño completo. Ahora bien, un modelo compacto para una familia de 4 personas no constituiría la mejor opción, ya que obligará a realizar más ciclos de lavado, y el gasto de energía aumentará considerablemente. Por lo tanto, es mejor optar por un lavavajillas que se adapte a nuestras necesidades, independientemente de su tamaño.
- El programa que seleccionemos. Los lavavajillas ofrecen varios programas, algunos de ellos diseñados para reducir su consumo energético. Ejemplo de ello es su programa “eco”, que ahorra agua y energía en cada ciclo. En contrapartida, los programas rápidos consumen más energía, porque operan a temperaturas muy elevadas, requiriendo más potencia.
- La temperatura del agua. Calentar el agua es uno de los factores que más influyen en cuánto consume un lavavajillas. Aquellos diseñados para conectarse a una fuente de agua caliente son mucho más eficientes.
Ahorre energía cuando use su lavavajillas
Puede lograr reducir cuánto consume un lavavajillas mediante algunos sencillos gestos, fáciles de implementar:
Escoger programas eficientes
Como ya hemos apuntado anteriormente, el programa “eco” le permitirá ahorrar tanto agua como energía en comparación con ciclos normales o de lavado rápido, aunque tarde más tiempo en completarlos.
Llenar el lavavajillas por completo
Evitar utilizar el lavavajillas a media carga, esperando a llenarlo antes de ponerlo en marcha, es una forma fácil de ahorrar energía. Al fin y al cabo, un lavavajillas completo consume la misma energía que uno medio vacío, por lo que este último sería mucho menos eficiente.
Evitar el prelavado manual
Aunque pueda parecer irónico, enjuagar los platos antes de meterlos en el lavavajillas es sólo contribuye a un mayor gasto de agua. Los modelos actuales están diseñados precisamente para ser capaces de eliminar restos de comida adheridos a la vajilla sin necesidad de un prelavado manual. Por lo tanto, el enjuague a mano sólo reduce la eficiencia del electrodoméstico.
Hacer uso de la función de secado al aire
Algunos lavavajillas ofrecen la opción de secar los platos utilizando calor. Esta opción no es la más recomendable si lo que queremos es reducir su consumo energético. Es mejor desactivar esta función y abrir la puerta del lavavajillas cuando termine su ciclo de lavado para que los platos se sequen por sí mismos.
Realizar un mantenimiento regular
Limpiar periódicamente los filtros y los rociadores de agua nos asegurará el buen estado de nuestro lavavajillas y su funcionamiento eficiente. Un electrodoméstico en buen estado requerirá menos energía para terminar cada ciclo de lavado.
Aprovechar los horarios con tarifas más reducidas
Aprovechar las horas valle de su tarifa eléctrica le permitirá ahorrar dinero sin realizar ningún esfuerzo. En la práctica, este truco se traduce en poner el lavavajillas antes de irse a la cama; cuando se despierte al día siguiente, sus platos estarán limpios y secos, listos para ser utilizados de nuevo.
Utilizar detergentes de buena calidad
Un buen detergente ayudará a lavar los platos en profundidad incluso en programas con bajas temperaturas, sin necesitar la ayuda del calor para deshacerse de los residuos. De esta forma, podrá ahorrar energía optando por programas de agua fría.
Considerar otras fuentes de energía
Otro truco que le puede ayudar a reducir el consumo de energía en su hogar, de forma general, es incorporar una fuente de energía renovable para alimentar sus electrodomésticos de mayor consumo. Los paneles solares pueden colocarse fácilmente en su terraza, balcón o tejado, y le proporcionarán una fuente de energía complementaria y gratuita. Más aún, si los empareja con una estación de energía, podrá hacer uso de esta también durante la noche, de forma que su hogar reciba un suministro ininterrumpido de energía.
Colocar el lavavajillas cerca de una fuente de agua caliente
Si es posible, conectar el lavavajillas a una fuente de agua caliente preexistente reducirá el trabajo de su calentador interno, lo que se traduce en un consumo energético menor. Esta opción será especialmente útil si ya dispone de paneles solares para generar agua caliente o si está pensando en instalarlos.